Sabores de los trópicos: platos tradicionales balineses que debes probar y que harán bailar a tus papilas gustativas
Bienvenido, querido viajero, a la mágica isla de Bali. Has llegado al paraíso, donde las playas son impresionantes, las puestas de sol son impresionantes y la comida... Bueno, digamos que tus papilas gustativas están a punto de embarcarse en sus propias pequeñas vacaciones. Prepárate para una aventura culinaria a través del vibrante y sabroso mundo de la cocina balinesa. Abróchate el cinturón, porque estamos a punto de sumergirnos en platos tan deliciosos que podrías extender tu estadía indefinidamente.
1. Babi Guling: El rey de todos los cerdos
En primer lugar, conozca el Babi Guling, un plato tan venerado que prácticamente es digno de la realeza. Imagínese un cerdo asado entero, condimentado a la perfección con una mezcla de cúrcuma, semillas de cilantro, limoncillo y otras especias secretas que los chefs balineses preferirían llevarse a la tumba antes que compartir. La piel crujiente y la carne tierna son una opción absolutamente obligada y, si es vegetariano, bueno, tal vez quiera replantearse sus opciones de vida para probar una sola comida. Servido con arroz, verduras y una guarnición de sambal, es un festín digno de un rey, o al menos de alguien que tenga mucha hambre.
2. Lawar: La ensalada con un toque especial (de sangre de cerdo)
A continuación, tenemos Lawar, un plato que demuestra que las ensaladas no tienen por qué ser aburridas. Esta mezcla tradicional de carne finamente picada (normalmente cerdo o pollo), verduras, coco rallado y ricas hierbas no es para los débiles de corazón. ¿El plato fuerte? Una pizca de sangre de cerdo fresca mezclada para darle ese auténtico toque balinés. ¿Creías que las ensaladas debían ser saludables y aburridas? Piénsalo de nuevo. Lawar está aquí para desafiar tus expectativas y tus niveles de hierro.
3. Betutu: un pollo (o pato) que vale la pena esperar
Si la paciencia no es su punto fuerte, Betutu puede poner a prueba sus límites. Este plato implica marinar un pollo o pato entero en una pasta de especias, luego envolverlo en hojas de plátano y cocinarlo a fuego lento durante horas. ¿El resultado? Una carne tan tierna que prácticamente se desprende del hueso con solo mirarlo. Es como un truco de magia culinaria, excepto que este termina con usted devorando la evidencia.
4. Sate Lilit: brochetas con un toque balinés
Sate Lilit es la respuesta de Bali a los kebabs, pero con un toque que te dejará atónito, en el buen sentido. La carne picada (normalmente pescado, pollo o cerdo) se mezcla con coco, hojas de lima y una variedad de especias antes de envolverla en palitos de bambú y asarla a la perfección. Piensa en él como el primo sofisticado del humilde palito de carne. Perfecto como aperitivo o plato principal, Sate Lilit te hará cuestionar por qué alguna vez te conformaste con los kebabs tradicionales.
5. Nasi Campur: el buffet en un plato
Para quienes sufren parálisis de decisión, el nasi campur es su salvación. Este plato es básicamente una mezcla de delicias balinesas servidas sobre un lecho de arroz. Imagínese un plato cargado con porciones más pequeñas de carnes, verduras, maní, huevos y sambal. Es como una fuente de degustación culinaria, que le permite probar un poco de todo sin compromiso. Porque, ¿quién tiene tiempo para la monogamia cuando se trata de comida?
6. Bubur Injin: el postre que rompe las reglas
Finalmente, llegamos al postre, porque ninguna comida está completa sin un final dulce. Aquí entra el Bubur Injin, un pudín de arroz negro que desafía todas las normas de los postres. Cocinado con leche de coco y azúcar de palma, este brebaje pegajoso y dulce es tan reconfortante como poco convencional. Es como el adolescente rebelde de los postres, que se niega a adaptarse a la idea de que el pudín debe ser suave y aburrido.
Así que ahí lo tienes, un recorrido relámpago por la cocina balinesa que te hará babear sobre tu pareo. Tanto si eres un gourmet experimentado como si crees que el kétchup es picante, los platos tradicionales de Bali seguro que deleitarán tu paladar y tal vez incluso amplíen tus horizontes culinarios. Solo recuerda llevar unos pantalones elásticos. Después de todo, el paraíso no se trata solo de las vistas, sino también de la comida. ¡Buen provecho, o como dicen en Bali, selamat makan!
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