Las mejores islas cerca de Bali que no debes perderte: escapa de lo convencional y disfruta de la magia.
Si eres como yo —un alma curiosa con una mochila más grande que mi sentido común y una pasión por explorar el mapa—, Bali es más que un destino. Es un ambiente, una melodía, una danza ondulante de incienso, gamelán y monos gruñones planeando la muerte de tu refrigerio. Pero aquí tienes un secreto: la magia no se detiene en las bulliciosas costas de Bali. A un chapuzón de distancia, te espera una constelación de islas, cada una con una personalidad tan audaz y acogedora como una sonrisa balinesa.
Permíteme ser tu guía en esta aventura de isla en isla: mitad narrador, mitad brújula y, gracias a mis raíces croatas, siempre dispuesto a comparar una puesta de sol con las del Adriático. Aquí tienes las mejores islas cerca de Bali que no te puedes perder, cada una con la promesa de aventura, serenidad y una muestra de los encantos menos conocidos de Indonesia.
1. Nusa Penida: La belleza salvaje
Si Bali es una novela muy querida, Nusa Penida es esa misteriosa secuela que descubres en una polvorienta tienda de segunda mano. A 45 minutos en ferry desde Sanur, los escarpados acantilados y las calas turquesas de Penida te dejarán boquiabierto.
No te pierdas:
– Playa KelingkingInstagram puede haber arruinado la sorpresa, pero nada te prepara para ese acantilado con forma de T-Rex. Desciende si te atreves (y tienes rodillas de acero).
– Angel's Billabong y Broken Beach:Una piscina infinita de la naturaleza y un arco marino que te hace preguntarte si Poseidón trabaja como arquitecto.
– Vida local:Cambia las multitudes por warungs (restaurantes locales) que sirven nasi campur con vistas al mar y el sonido de los gallos en lugar del tráfico.
El consejo de Zvjezdan: Alquila una moto y disfruta del ballet de los baches. Es un camino accidentado, pero la vida también, y las vistas valen cada sacudida.
2. Nusa Lembongan: vibraciones relajadas y manglares secretos
A solo diez kilómetros de Bali, Nusa Lembongan te hace sentir como si hubieras retrocedido en el tiempo, antes de que los clubes de playa y las piscinas infinitas se multiplicaran como conejos. Imagina pueblos tranquilos, cultivadores de algas y atardeceres que tiñen el cielo de azules adriáticos y dorados intensos.
Imprescindible:
– Lágrima del diablo:Observa cómo las olas explotan en un rocío digno de una bora dálmata.
– Bosque de manglaresDeslízate por los túneles esmeralda en kayak o paddleboard. Es un recorrido tranquilo y místico, interrumpido ocasionalmente por algún travieso cangrejo.
– Bahía Sandy:Para aquellos que disfrutan de cenar con los pies en la arena y un coco en la mano.
El consejo de Zvjezdan: Prueba el pescado a la parrilla en un warung local. Me recuerda a la pesca del día de mi tío en Croacia, solo que con sambal en lugar de aceite de oliva.
3. Nusa Ceningan: la hermana pequeña secreta de Bali
Parpadea y podrías perderte, pero Nusa Ceningan, enclavada entre Penida y Lembongan, es sinónimo de encanto discreto. Cruza el icónico puente amarillo (se tambalea, pero también lo hacían los puentes de Dubrovnik en mi juventud) y descubre una isla ideal para explorarla con calma.
Explorar:
– Laguna Azul:Un lugar para nadar tan vívido que te preguntarás si alguien metió a escondidas una lata de pintura turquesa.
– Saltos de acantiladoPara los adictos a la adrenalina, láncense al mar en Mahana Point. No se preocupen, el warung sirve Bintang frío para animarse.
– Playas secretas:Camine por los senderos costeros para encontrar su lugar privado de arena, perfecto para un picnic tranquilo o una siesta bien merecida.
El consejo de Zvjezdan: Quédate a ver el atardecer. El horizonte aquí podría rivalizar con cualquier otro de la costa dálmata: simplemente cambia los pinos por palmeras ondulantes.
4. Islas Gili: La tríada paradisíaca de Lombok
Un poco más al este, tres islotes —Gili Trawangan, Gili Air y Gili Meno— aguardan como perlas frente a la costa de Lombok, accesibles en barco rápido desde Bali. Cada uno ofrece un ambiente diferente, desde la fiesta hasta la tranquilidad.
Reflejos:
– Gili TrawanganLa "isla de la fiesta", donde los chiringuitos bullen hasta el amanecer. Pero madruga y pedalea por las calles peatonales para disfrutar de un amanecer tranquilo.
– Gili AirMi favorito personal por su ambiente “perfecto”: yoga al amanecer, música en vivo al anochecer y snorkeling con tortugas en el medio.
– Gili MenoLos recién casados y los ermitaños se regocijan: este es el lugar para desconectarse, con playas tan tranquilas que solo oirás los latidos de tu corazón (y tal vez una cabra descarriada).
El consejo de Zvjezdan: Aquí no hay vehículos motorizados; alquila una bicicleta o un carro tirado por caballos. Es una experiencia encantadoramente clásica, como recorrer en bicicleta un pueblo croata, pero con más cocos.
5. Isla Menjangan: el norte salvaje de Bali
Para quienes disfrutan de la naturaleza salvaje, Menjangan es el secreto mejor guardado de Bali, enclavado en el Parque Nacional de Bali Occidental. Famoso por su buceo de primera clase y sus arrecifes vírgenes, es un santuario para ciervos (menjangan significa "ciervo" en indonesio) y para quienes buscan la soledad.
Sumérgete:
– Maravillas submarinasParedes de coral rebosantes de vida, desde tortugas hasta peces multicolores. Es como si el azul cristalino del Adriático se encontrara con la fiesta en casa de Nemo.
– Templos serenos:Visite los santuarios sagrados de la isla, donde el silencio es dorado y los monos son la única congregación.
El consejo de Zvjezdan: Traiga sus propios bocadillos y abundante agua: aquí no hay warungs, solo naturaleza y el sonido de su propia maravilla.
Reflexiones finales: Encuentra tu propio ritmo isleño
Bali es hermosa, pero sus islas vecinas son el lugar donde se encuentran historias que valen la pena contar. Ya sea que busques aventura, tranquilidad o una muestra de la vibrante cultura de Indonesia, estas islas te invitan a salirte de los caminos trillados de Bali. Al navegar de una a otra, te darás cuenta, como yo, de que a veces el paraíso está a solo un viaje en barco.
Así que prepara tu espíritu astuto (y quizás un impermeable), carga tu cámara y déjate sorprender por las islas cercanas a Bali. Quién sabe, quizá encuentres tu segundo hogar, como yo, balanceándote entre dos costas, dos culturas y un horizonte infinito de aventuras.
Selamat jalan! ¡Sretan puesto! ¡Feliz viaje!
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