Los mejores lugares para avistar ballenas en Bali

Los mejores lugares para avistar ballenas en Bali: un viaje más allá de la costa

Hay un cierto encanto en el aire a medida que la niebla del amanecer se disipa de las escarpadas costas de Bali. Los barcos de pescadores se mecen suavemente sobre las olas, y los antiguos volcanes vigilan los arrozales color esmeralda. Sin embargo, más allá de las familiares imágenes de postal de templos y campos en terrazas, una peregrinación diferente aguarda a quienes dirigen la mirada al mar: hacia el inmenso azul, donde Bali susurra sus secretos a quienes estén dispuestos a escuchar. El avistamiento de ballenas en Bali no es solo una actividad; es un encuentro con el espíritu indómito de la isla y una excepcional invitación a contemplar la serena majestuosidad de la naturaleza.

Los gentiles gigantes del océano: los huéspedes marinos de Bali

Si bien Bali es famosa por sus playas y arrecifes de coral, pocos viajeros conocen las ballenas migratorias que habitan estas aguas. El archipiélago indonesio constituye un corredor vital para varias especies, como las ballenas de Bryde, los cachalotes, las ballenas azules y los juguetones grupos de delfines. De junio a noviembre, estos gigantes cruzan los profundos canales que separan Bali de las islas vecinas, trazando antiguas rutas en busca de alimento y aguas más cálidas.

De niño, criado en la vasta estepa mongola, soñaba a menudo con el mar, con criaturas tan inmensas que podrían llevar el peso de las leyendas. En Bali, descubrí que el océano también tiene sus nómadas, que recorren grandes distancias en una búsqueda incesante de sustento y refugio. El avistamiento de ballenas aquí no es un simple paseo; es una lección de paciencia, humildad y asombro.

1. Lovina: la puerta de entrada tranquila al norte de Bali

Enclavada en la apacible costa norte, Lovina es quizás el centro de avistamiento de ballenas y delfines más famoso de Bali. Los pescadores locales, cuyas familias han navegado por estas aguas durante generaciones, ofrecen excursiones al amanecer en tradicionales botes jukung con estabilizadores. La experiencia se centra tanto en el viaje como en el destino: deslizarse sobre aguas cristalinas, el sol matutino tiñendo el cielo de rosa y oro, y las distantes siluetas de las montañas observando en silencio.

Aunque los delfines son los acompañantes más comunes aquí, los visitantes afortunados a veces avistan chorros de cachalotes o incluso ballenas azules migratorias más lejos de la costa. La mejor época para avistar ballenas en Lovina es entre julio y septiembre, cuando el océano está en calma y es más probable que aparezcan las ballenas migratorias.

Consejo práctico: Elija operadores que prioricen la observación responsable de la fauna, manteniendo una distancia respetuosa con los animales y limitando el ruido de los motores. Los guías locales suelen estar encantados de compartir historias sobre su relación con el mar, lo que añade un toque de profundidad cultural a la excursión.

2. Amed y Tulamben: El Este silencioso

La escarpada costa oriental de Bali, con sus arenas volcánicas negras y sus espectaculares acantilados, es un mundo aparte del bullicio del sur de la isla. Amed y Tulamben, conocidos por sus vibrantes arrecifes y naufragios, también se están convirtiendo en tranquilos refugios para el avistamiento de ballenas. El cercano estrecho de Lombok canaliza aguas ricas en nutrientes, y a las criaturas que las siguen, entre Bali y Lombok, convirtiéndolo en una ruta predilecta para las ballenas migratorias.

A diferencia de Lovina, aquí hay menos excursiones organizadas, pero los pescadores locales suelen estar dispuestos a organizar excursiones privadas al amanecer. La sensación de naturaleza salvaje es palpable, y en raras mañanas, el mar refleja el cielo, interrumpido solo por el arqueo del lomo de una ballena a lo lejos.

Nota cultural: Los pueblos a lo largo de esta costa albergan a los Bali Aga, los habitantes originarios de Bali. Su conexión con el mar está imbuida de rituales y festivales diarios, recordatorios de que estas aguas son a la vez proveedoras y protectoras.

3. Nusa Penida: la frontera indómita

Al sureste de Bali continental se encuentra Nusa Penida, una isla salvaje y escarpada donde escarpados acantilados se sumergen en aguas de un azul intenso. Las fosas oceánicas de Nusa Penida son el hábitat predilecto de la megafauna marina, que incluye mantarrayas, mola-mola (peces luna) y, ocasionalmente, ballenas. Si bien los avistamientos son menos predecibles aquí, la imponente belleza del paisaje y la posibilidad de un encuentro fortuito hacen que cada viaje sea memorable.

La mayoría de los avistamientos de ballenas desde Nusa Penida son organizados por operadores de buceo, quienes a veces avistan ballenas durante las travesías a los sitios de buceo más populares. Para los viajeros que buscan aventura y tranquilidad, este es un lugar donde la frontera entre la tierra y el mar se difumina, un escenario ideal para quienes buscan lo extraordinario.

Perspectiva de sostenibilidad: Los ecosistemas marinos de Nusa Penida sufren una creciente presión por parte del turismo. Apoye las iniciativas comunitarias que priorizan la conservación y recuerde que un momento con una ballena es un privilegio, no una garantía.

Observación de ballenas con respeto: adoptando el estilo balinés

En Bali, cada viaje está acompañado de rituales: ofrendas en los templos, oraciones antes de plantar y ceremonias en honor al mar. El avistamiento de ballenas también se disfruta con reverencia. Los balineses creen que el océano está vivo, habitado por espíritus y ancestros. Ver una ballena es vislumbrar el alma de la isla, salvaje y serena.

Sabiduría de viaje: Antes de partir, únete a tus anfitriones en una sencilla ofrenda al mar: un gesto de gratitud y humildad. Lleva una botella de agua reutilizable, elige operadores comprometidos con prácticas ecológicas y deja solo huellas (o estelas suaves).

Reflexiones finales: El llamado del azul

Las ballenas de Bali nos recuerdan que la magia de la isla no reside solo en lo que se ve fácilmente, sino en lo que requiere paciencia, respeto y la disposición a explorar más allá de las costas conocidas. Conocer a los gentiles gigantes del océano es formar parte de una historia que se extiende a través de continentes y siglos: una narrativa de migración, resiliencia y asombro.

A medida que regresamos a tierra, persiste el recuerdo del chorro de una ballena contra el cielo de la mañana: un recordatorio de que la verdadera aventura no se encuentra en la conquista, sino en la conexión.

Que su viaje sea bendecido con horizontes claros, compañeros amables y el susurro de las ballenas en el viento.


Para quienes buscan las historias inéditas de Bali, el mar los espera. Camina con calma, observa con atención y deja que la isla se revele: una ola, una ballena, una maravilla a la vez.

Iglesia de la Ermita de Ganbold

Iglesia de la Ermita de Ganbold

Consultor de viajes senior

Erdenechuluun Ganbold es un consultor de viajes experimentado con más de 30 años de experiencia en la industria del turismo. Originario de las vastas estepas de Mongolia, ahora se especializa en organizar experiencias de viaje personalizadas para quienes buscan explorar la encantadora isla de Bali. En Bagus Bali, Erdenechuluun combina su profundo conocimiento de los matices culturales con su pasión por los viajes para ayudar a los clientes a descubrir las joyas ocultas de Bali, desde playas tranquilas hasta mercados locales vibrantes. Su amplia red y su conocimiento lo convierten en un recurso valioso para los viajeros que buscan una auténtica experiencia balinesa.

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