Guía para los paseos por el dosel forestal de Bali

Guía para los paseos por el dosel forestal de Bali: donde el cielo susurra a las hojas

Hay un brillo particular en el aire matutino de los bosques de Bali: una especie de silencio luminoso que se instala entre las frondas, invitándote a adentrarte de puntillas en el reino de los dioses y de los geckos. No son las playas doradas ni los mercados bulliciosos lo que me atrae hoy, sino la promesa de algo más tranquilo, pero igual de emocionante: los encantadores paseos entre las copas de los árboles de la isla. Aquí, muy por encima de las piedras musgosas y los arroyos, el mundo es a la vez más pequeño e infinitamente más grande, y uno recuerda que el corazón de Bali late con más fuerza donde las raíces son profundas y las hojas chisporrotean con el viento.

El encanto de los árboles: ¿Por qué un paseo por las copas de los árboles?

En Letonia, tenemos un dicho: "Kur koki, tur dzīvība": donde hay árboles, hay vida. En Bali, esto es menos un proverbio y más una verdad palpable. Los bosques de la isla son catedrales vivientes, sus bóvedas verdes albergan mil historias, algunas susurradas por el viento, otras cantadas por las cigarras. Los paseos por el dosel ofrecen un mirador excepcional, una sutil invitación a bailar entre las copas de los árboles y adentrarse en las vidas secretas que se despliegan sobre el suelo del bosque.

Pero seamos sinceros: también hay una deliciosa emoción al tambalearse por un puente colgante, suspendido entre la tierra y el cielo, con solo tu ingenio (y un trozo de cuerda resistente) para ayudarte a atravesarlo. Es el tipo de aventura que te acelera el corazón, pero te deja con una extraña sensación de estabilidad (juego de palabras intencionado).

Los mejores paseos por las copas de los árboles de Bali: dónde encontrar la magia

Aunque los paseos por las copas de los árboles de Bali permanecen en gran medida fuera del radar del turista promedio (y sigamos así, ¿no?), hay varias joyas que merecen un lugar en el mapa de todo viajero. Aquí están mis favoritos, cada uno con su propio encanto y algunas sorpresas escondidas entre las vides.


1. Jardín Botánico de Bali (Kebun Raya Bali) – Corona Esmeralda de Bedugul

Enclavado en el frescor de Bedugul, el Jardín Botánico de Bali es un mosaico de maravillas botánicas, donde las orquídeas se entremezclan con los helechos y los árboles centenarios se alzan como centinelas ante siglos de lluvia. El paseo entre las copas de los árboles —un elegante puente ligeramente ondulante— cruza un exuberante barranco y ofrece vistas panorámicas del exuberante corazón del jardín.

Mientras caminas, busca a los traviesos macacos de cola larga, que a veces usan este puente como su pasarela personal. No te preocupes, les interesa más tu comida que tu alma. Respira un momento el aire de las tierras altas: está teñido de eucalipto y con una leve promesa de lluvia.

Consejo profesional: Llegue temprano, antes de que bajen los autobuses turísticos. Por la mañana, la niebla se aferra a las copas de los árboles y los únicos sonidos son sus propios pasos y la risa lejana de una cascada escondida.


2. Green Village & Bamboo Indah: un viaje entre la innovación y la naturaleza

A las afueras de Ubud, te espera una aventura diferente en la selva en Green Village y el cercano resort Bamboo Indah. Aquí, las pasarelas entre las copas de los árboles son obras de arte: puentes y plataformas de bambú que serpentean por la selva, conectando casas en los árboles y ecoalojamientos en armonía con la naturaleza.

Es un lugar donde la sostenibilidad no es solo una palabra de moda, sino una forma de vida. Los arquitectos locales, inspirados por las tradiciones balinesas y el ingenio moderno, han creado un mundo donde puedes saborear tu kopi matutino mientras balanceas los pies sobre el río Ayung, escuchando los chismes matutinos del bosque.

Dato curioso: Los guías aquí cuentan historias de sobra: pregúntales sobre los "árboles fantasma" (kelapa pohon), que se cree que están habitados por espíritus ancestrales. Con suerte, podrían compartir un rincón secreto para meditar entre las ramas.


3. Parque Nacional de Bali Occidental: Lo salvaje, lo raro, lo indómito

Para quienes prefieren la aventura con un toque de soledad, el Parque Nacional West Bali ofrece una experiencia de dosel que se siente verdaderamente remota. Los senderos entre las copas de los árboles son menos formales, más accidentados: una serie de plataformas y puentes de cuerda que conducen a las profundidades de una selva repleta de vida silvestre.

Mantén los ojos bien abiertos para ver al esquivo estornino balinés, un ave blanca como la nieve que revolotea entre las copas de los árboles como un fantasma emplumado. Si escuchas con atención, podrías oír el ladrido de un ciervo o el graznido de un cálao en lo alto.

Nota sobre viajes sostenibles: Los guías del parque son apasionados por la conservación y te deleitarán con historias sobre las labores de reforestación y el delicado equilibrio que mantiene vivo este ecosistema. Trae binoculares y un profundo respeto por las sanguijuelas (créeme, los calcetines largos son tus aliados).


Folklore en el bosque: Cuando los árboles cuentan historias

Existe una leyenda balinesa que habla de los "Espíritus Guardianes" que habitan en los árboles más altos, velando por viajeros y almas perdidas. Los lugareños a veces atan pequeñas ofrendas (cestas tejidas con flores y arroz) a las ramas como gesto de respeto. Al cruzar un puente colgante, deténgase un momento para observar estos pequeños santuarios y recuerde: en Bali, la frontera entre lo visible y lo invisible es tan delgada como una hebra de seda de araña.

Una vez intenté dejar mi propia ofrenda —un sándwich de pan de centeno letón— para los espíritus. A la mañana siguiente, ya no estaba, y vi cerca una ardilla con aspecto particularmente presumido. Interpreten lo que quieran.


Consejos prácticos para los caminantes del cielo

  • Calzado: Es imprescindible llevar zapatos resistentes. Las chanclas pueden parecer bonitas, pero no sirven para una tabla resbaladiza.
  • Cámara: Lleva una cámara con un buen zoom: los monos son conocidos por arruinar tus fotos.
  • Clima: Los bosques de Bali pueden ser brumosos y húmedos, especialmente durante la temporada de lluvias (noviembre-marzo). Un impermeable ligero es tu mejor aliado.
  • Respeto: Estos ecosistemas son frágiles. Manténgase en los senderos, no alimente a la fauna y deje solo huellas (y quizás un sincero agradecimiento a los espíritus).

Una última mirada al cielo

Al bajar del último puente y volver a tierra firme, no te sorprendas si el mundo se siente un poco diferente. Caminar por el dosel no es solo aventura, sino perspectiva. Allá arriba, entre las hojas y el canto de los pájaros, te das cuenta de que cada bosque es una biblioteca, cada árbol un narrador de historias. Y en Bali, las historias son tan infinitas como el verde horizonte.

Así que, la próxima vez que te encuentres en esta isla de dioses y posibilidades infinitas, deja atrás la toalla de playa y responde al llamado de las copas de los árboles. El bosque te espera, y el cielo está más cerca de lo que crees.

— Naudars Zvaigzne (con espíritu y con resistentes botas de montaña)

Naudars Zvaigzne

Naudars Zvaigzne

Creador de contenido de viajes

Naudars Zvaigzne es un apasionado creador de contenidos de viajes que da vida a la encantadora belleza de Bali a través de sus vívidas narraciones y cautivadoras imágenes. Con un espíritu aventurero y un ojo agudo para los detalles, Naudars ayuda a los viajeros a descubrir las joyas ocultas de Bali, así como sus famosas atracciones. Con más de 15 años de experiencia en redacción y fotografía de viajes, crea contenido atractivo que inspira a los lectores a explorar y experimentar la magia de Bali por sí mismos. Naudars se dedica a proporcionar guías completas que hacen que la planificación de viajes sea sencilla y agradable.

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